El 23 de marzo se cumple un año del
fallecimiento de Adolfo Suárez, personaje al que nunca conocí personalmente –ya
me hubiera gustado– pero que me resultaba –y sigue resultando– de una extraña
cercanía, que creo que solo cabe en relación con personajes que por su incuestionable
peso histórico, paradójicamente, nos parecen muy próximos.
En abril de 2014 publiqué esta columna
sobre los Pactos de la Moncloa, enfocada desde la vertiente del sistema
financiero, que aprovecho para reproducir en el blog casi un año más tarde.
Los
Pactos de la Moncloa y el sistema financiero
Fue el último Presidente de Gobierno del
anterior régimen y el primero de la democracia. La labor desplegada por Adolfo
Suárez fue titánica, tanto que su figura quedó desgastada en apenas unos años,
a pesar de ser el aglutinador de posturas separadas y el canalizador de un
deseo irrefrenable de reconciliación de todos los españoles. Fue el artífice, en
torno a la persona del Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, del célebre «consenso».
De su gigantesca tarea podemos destacar
tres grandes logros, todos ellos a lo largo del prolífico año de 1977, en la
antesala de la aprobación de la Carta Magna de 1978.
Por medio de la Ley para la Reforma
Política, de 4 de enero de 1977, se sentaron las bases, literalmente, para la
«transición» del antiguo régimen al nuevo marco constitucional, sin rupturas. Otro
hito extraordinario fue la legalización del Partido Comunista de España,
algunos meses más tarde, en abril de 1977.
Es curiosa la coincidencia, pero si
rastreamos en «The Occupy Handbook» (2012, pág. xvii), del que fue Presidente
de la Reserva Federal de los Estados Unidos en el período 1979-1987, Paul
Volcker, se afirma que en él se puede detectar un «we´re-all-in-this-together
sentiment», es decir, «un sentimiento de que todos estamos en esto juntos».
Reflexionar sobre la figura de Adolfo
Suárez lleva a la misma sensación: la de que nos encontramos ante un hombre de
Estado consciente de que todos compartimos una misma realidad y de que
navegamos en un mismo barco, lo que, en una época como ésta, es un mensaje, por
desgracia, de lo más original y de la máxima actualidad. Su corolario es la
anteposición del interés general al interés particular o partidista, aún a
costa de renuncias.
Retomando la secuencia de hechos
acontecidos en 1977, y éste es el tercer logro, en el mes de octubre de este
intensísimo año, el 25 de octubre en concreto, se firmaron por las principales
fuerzas políticas y sociales los conocidos como «Pactos de la Moncloa», que se
sometieron a debate en el Congreso el día 27 del mismo mes.
Uno de los protagonistas de los Pactos, y
redactor del futuro acuerdo junto con José Luis Leal, partiendo del llamado
«Documento Fuentes Quintana», fue Ramón Tamames, quien traza el panorama
económico existente en agosto y septiembre de 1977: paro, inflación, sociedades
—incluso estatales— incapaces de afrontar sus deudas a corto plazo, pymes en la
incertidumbre de su supervivencia, etcétera (Tamames, 1996, pág. 138).
Según Tamames (1996, pág. 139), «a
primeros de octubre, el Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, convocó a los
representantes de todos los partidos políticos del Parlamento para entablar un
diálogo a fin de encarar conjuntamente la situación. Fue una oportunidad espléndida,
decisiva, en la senda de superar el impasse
político que se había creado tras las primeras elecciones democráticas. Y
constituyó una experiencia que confirmó a Suárez como estadista de gran altura».
No pretendemos detallar los Pactos de la
Moncloa en toda su amplitud; simplemente, nos interesa dar cuenta de las
innovaciones que los Pactos de la Moncloa trajeron en cuanto al sistema
financiero español de entonces.
En síntesis, los acuerdos alcanzados se
centraron en el funcionamiento del Banco de España y las entidades oficiales de
crédito; en las Cajas de Ahorros y las Cajas Rurales; en el régimen de
incompatibilidades bancarias y en la concesión de créditos por la banca a
sociedades anónimas en cuyo capital poseyera una especial participación alguno
de los altos cargos de tales entidades bancarias; en la potenciación de las
emisiones de títulos de renta fija, adecuándose sus tipos a los del mercado; en
la eliminación de las trabas legales y administrativas que obstaculizaban el
desarrollo del mercado hipotecario; en la liberalización de los agentes
mediadores en el mercado de capitales; y en la revisión en materia de inversión
colectiva.
Algunas de las medidas citadas se
agotaron en sí mismas una vez puestas en práctica, aunque otras, como el
fomento de las Cajas de Ahorros, en conexión con la presencia de las
administraciones locales y los incipientes gobiernos autonómicos en su seno,
han perdurado durante muchos años, hasta el presente. La potenciación de los
mercados de renta fija o de la inversión colectiva, por ejemplo, sirvieron para
modernizar nuestro sistema financiero y para movilizar fondos a través de
formas alternativas a las tradicionales.
En conclusión, el entorno de los años
finales de la década de los setenta del pasado siglo no era mucho mejor que el
actual, aunque la aparición de figuras como la de Adolfo Suárez, capaces de
unir antes que de separar, no es del todo imposible. Uno de los resultados de
su tarea fueron los Pactos de la Moncloa, que supusieron la modernización de
nuestro país, y también de sus finanzas. Muchos de los objetivos trazados, en
cuanto al sistema financiero, fueron óptimos o aceptables, otros no tanto, pero
no es éste el momento de referirnos a los fracasos, sino a la captación y la plasmación
de las ideas y de los grandes objetivos de un pueblo.
Janet Byrne (Editor) (2012): The
Occupy Handbook, Back Bay Books/Little, Brown and Company.
Ley 1/1977, de 4 de enero, para la
Reforma Política, accesible en http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1977-165
López Jiménez, J. Mª. (2014): «La
expulsión de las cajas de ahorros de su paraíso financiero», blog ¿Hay
Derecho?, accesible en http://hayderecho.com/2014/02/17/la-expulsion-de-las-cajas-de-ahorros-de-su-paraiso-financiero/
Pactos de la Moncloa (1977), documento
accesible en http://www.mpr.gob.es/servicios/publicaciones/vol17/
Tamames, R. (1996): La economía española. De la transición a la Unión Monetaria, Ediciones
Temas de Hoy, S.A.
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