El artículo 75.3 de la Directiva 2013/36/UE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de junio de 2013, relativa al
acceso a la actividad de las entidades de crédito y a la supervisión prudencial
de las entidades de crédito y las empresas de inversión, dispone que:
“Las autoridades competentes
recabarán información sobre el número de personas físicas en cada entidad que
reciban remuneraciones de un millón de euros o más por ejercicio, incluidas sus
responsabilidades en el cargo que ocupa, el ámbito de negocio implicado y los
principales componentes del sueldo, los incentivos, las primas a largo plazo y
la contribución a la pensión. Esta información se transmitirá a la EBA, la cual
la publicará sobre una base agregada por Estado miembro de origen en un formato
común. La EBA podrá elaborar directrices para facilitar la aplicación del
presente apartado y asegurar la coherencia de la información recabada”.
La EBA, esto es, la Autoridad
Bancaria Europea, ya lleva varios años publicando este informe, y acaba de
lanzar a comienzos de septiembre de 2015 el correspondiente a 2013.
Han sido
3.178 las personas del sector que en 2013, en el conjunto de la Unión Europea, ganaron más de un millón de euros (en 2012 fueron 3.530). Dentro de este
universo, en todo caso, las comparaciones no son homogéneas y se echa en falta
la suficiente armonización, pues las prácticas retributivas difieren de unos
Estados a otros, sobre todo en materia de pagos diferidos y mediante la entrega de
instrumentos financieros.
La remuneración variable ya se ajustó en la práctica en 2013, en ciertos países, a la nueva regla
en vigor a partir de 2014, es decir, al límite del 100% de la retribución fija,
porcentaje elevable al 200% por votación favorable, sujeta a ciertos requisitos,
de la junta general de cada entidad, aunque son muchos los países en los que
sigue superando ampliamente este tope (Reino Unido, 410%; Francia, 352%... la
media de la UE ha quedado fijada en el 180%).
El informe ofrece, aunque esté
desfasado posiblemente a estas alturas, en la que dos años son un mundo, una
gran cantidad de datos, clasificados en cuadros de acuerdo con determinados
criterios. Pero destacamos, someramente, algunos datos.
Claramente, es Reino Unido la
jurisdicción en la que más “high earners” podemos encontrar (2.086 sobre 3.178
en el total de la Unión Europea).
1.813 “high earners” de la Unión Europea desarrollan
funciones de banca de inversión. Este dato nos parece especialmente sensible y significativo,
pues confirma la tendencia, mucho más marcada en 2015 que en 2013, en un entorno con tipos de interés rayanos a cero o negativos, de la prevalencia
de la banca de inversión sobre la comercial. Si las entidades no solo quieren
ganar dinero, como les corresponde, sino simplemente sobrevivir, se ven
abocadas a adoptar, con mayor o menor intensidad, modelos de banca de
inversión, con riesgo para los mismos propietarios de las entidades, pero
también, hipotéticamente, de modo reflejo o complementario, para los clientes. Son
únicamente 92 los empleados de banca comercial que ganan más de un millón de
euros al año. El sueldo medio del personal identificado relacionado con la
banca de inversión fue el más alto en 2013 (unos 790.000 euros) aunque buena
parte de él fue variable (unos 518.000 euros de media).
En España fueron 133 personas las
que en 2013, un año después del rescate del sistema financiero, obtuvieron ingresos
mayores al millón de euros, 69 de ellos en el área de la banca de inversión.
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