«El misterio del
capital» fue inicialmente publicado en el año 2000, y, desde ese momento, no ha
dejado de concitar la atención de los académicos y de los lectores en general.
El subtítulo de la obra, con su mención al triunfo del capitalismo en el mundo
occidental y al fracaso en el resto, no deja de ser una provocación bien
calculada.
La tesis principal de
la obra, basada en abundante evidencia empírica acumulada por el autor y su
equipo de colaboradores tras años de investigación y en un concienzudo análisis
histórico de países como, fundamentalmente, los Estados Unidos, es que el
capitalismo no debiera ser privativo de Occidente, sino que, con un consenso
político y la debida metodología, se podría extender a otras zonas del planeta,
movilizando recursos ociosos y «durmientes» en beneficio de los más
desfavorecidos y, por añadidura, del conjunto social.
Los argumentos de De
Soto se han de poner en relación, por necesidad, con el año de publicación de
la obra, que fue el simbólico año 2000, con todas las promesas que acompañan,
como sólo ha ocurrido tres veces en nuestra era, al comienzo de un milenio.
De Soto alude
expresamente y con reiteración a las antiguas repúblicas soviéticas, a los países
del Este de Europa y al tercer mundo, en general, como los principales
beneficiarios potenciales de este desentrañamiento del misterio del capital, lo
que es consecuente con la entonces reciente desintegración de la URSS, la caída
del Muro de Berlín y del Telón de Acero y la culminación, algo más alejada en
el tiempo, del proceso de descolonización. Concluye que, como todas las
alternativas plausibles al capitalismo se han evaporado, el contexto permite el
estudio del capital de forma desapasionada y cuidadosa.
Los hechos del 11 de
septiembre de 2001 y la crisis financiera de 2008 desplazaron con celeridad del
foco de atención el enfrentamiento entre capitalismo y comunismo, pero el
retorno de la desigualdad, tanto entre las diversas naciones como en el seno de
ellas, con la novedad de que se están formando, en las sociedades más avanzadas
e industrializadas, grandes bolsas de pobreza, ha reavivado la necesidad de acudir
a las enseñanzas de De Soto, que siguen siendo pertinentes, en lo esencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario